Pensamos que si llevamos una dieta equilibrada estamos alimentándonos correctamente, y así debiera ser, pero lo que ignoramos es que tanto las formas de cultivo actuales y almacenaje de los productos de la tierra, como la alimentación de la ganadería hoy en día no están pensados para nutrir a la población, sino más bien para rentabilizar la industria. En ningún otro aspecto de la vida puede aplicarse con tanta contundencia el famoso dicho “las cosas ya no son como eran antes”. Ni el sabor de los tomates, ni el color de las tortillas, ni el aroma de la fruta son como antaño. ¿Cuándo fue la última vez que encontraste un gusano en tu manzana? Yo no lo recuerdo, y es que curiosamente a los gusanos ya no les gustan las manzanas, pues éstas han sido genéticamente manipuladas para evitarlos. ¿Sabes cuántas veces ha visto el sol el pollo que te comes o qué ha comido la vaca o el cerdo que tienes en tu nevera? Pues la verdad es que todos estos animales son engordados en tiempo récord a base de piensos y hormonas, que luego pasan a la cadena alimenticia. Nadie duda ya de cuál es el origen de las vacas locas y de otras muchas enfermedades provocadas por este tipo de prácticas ganaderas. ¿Vas a seguir ignorando lo que comes? ¿Cuánto cuesta tu salud?

 

Pero ya no se trata sólo de lo que comemos, si no de lo que no comemos, es decir, de la falta de nutrientes de los alimentos. Hay estudios que demuestran que en las últimas décadas el contenido de vitaminas y minerales de las frutas y vegetales ha descendido alarmantemente. Y curiosamente están aumentando las enfermedades de origen neurodegenerativo, las de origen cardiovascular, todo tipo de cáncer y la diabetes. Éstas últimas cada vez aparecen a más temprana edad.

 

 Pero en esta pagina no pretendemos hablarte de enfermedad, si no de SALUD.  

Y de forma especial, de cómo beneficiarte de la vitaminoterapia para mantenerte sano/a y prevenir, que siempre es mejor que curar.